LEYENDA - La Salamanca
La Salamanca
Antro secreto, conocido solo por los iniciados en las artes de la brujería, donde en las noches de los sábados se reúnen hechiceros, adivinos y brujos (CALCUS) en compañía de animales colaboradores y espíritus convocados con la finalidad de divertirse y planear actividades. Quienes afirman haber estado allí lo describen como un recinto iluminado con lamparas de aceite humano y donde reina gran alboroto por los gritos y carcajadas de los concurrentes.
Allí se realizan conjuros y maldiciones, para poder ingresar se debe conocer la contraseña, sin la cual la entrada permanece invisible, si por el contrario se conoce se ingresa al recinto pasando por una especie de laberinto tortuoso, donde el recibimiento son experiencias terroríficas, sin amilanarse.
Entre otros se debe sortear el ARUNCO, con un chivo maloliente que a embestidas lo empujara hacia el interior. Una enorme culebra colgante, amenazando de cuya boca rezuma baba sanguinolienta y finalmente con un BASILISCO de ojo centelleante. Los adeptos no pueden revelar la entrada a la SALAMANCA a riesgo de tener que padecer un terrible castigo que se dicte contra ellos.
Se ha pretendido derivar el vocablo del Aimará salamanca que significa "piedra abajo" pero la mayoría presume que tanto el mito como la denominación son de origen hispano y común en toda América del Sur, aun se mantiene en el noroeste Argentino y zona de la Puna, sur de Bolivia.
Vicuña Cifuentes señala que en Chile hay muchos que piensan que lo que llaman salamancas en las diversas regiones no son más que entradas a una gran Cueva de Salamanca, y que la forma de reconocer si una persona ha estado allí es observar si al caminar proyecta sombra.
Por su parte Villafuerte nos informa que en Catamarca se cuenta que la forma de entrar a una salamanca es desnudo, con la guía de un cuervo negro. El visitante debía renegar de Dios y escupir un crucifijo que colgaba de la puerta.
En Jujuy numerosos testimonios recogidos por Berta Vidal refieren la existencia de una salamanca en el HUANCAR (cerro de escasa elevación en la zona de Abra Pampa) y que el TIO (Diablo) aparece vestido como gaucho elegante con accesorios de plata para buscar hombres que quieran realizar contratos a cambio de fabulosas riquezas.
"Las comparsas de carnaval hacen todos los años una fiesta campestre cerca del HUANCAR, el domingo de tentación" -cuenta uno de los testimonios-. Existe una copla que habla del contrato con el tío:
Voy a firmar un contrato
el martes de carnaval
con el diablo principal,
que me espera en el Huancar.
LEYENDA - LA LOPEZ PEREYRA
...O quizás un cuchillo o vaya uno a saber de que desgraciada manera fatal, este compositor bohemio y músico empedernido despenó a la causante de sus descontrolados celos. Lo indudable es que don Artidorio Cresseri estuvo enamorado hasta los huesos de la víctima de la demencial actitud. Y si no ha sido así, cómo pudo recordarla en su forzado encierro de una manera tal que no recuerdo salteño y muchísimos más que no la cante o la sepa (mal, regular o bien) y la entone como algo propio y por su cualidad de innegable himno salteño.
El contexto metafórico no conlleva ni un dejo de despecho, rabia, indignación o algo muy oculto o “entre líneas” que deje entrever “algo” de pequeñez o chatura. Todo el texto es una tristísima elegía de enamoradísimo ser que ante la adversidad irreversible, derrama su alma en cada verso y como remate ruega “al Dios piadoso resignación...”
El título de tamaña zamba no tiene nada que ver con la historia, la leyenda, del cómo, del cuándo y los por qué del contenido sentimental del poema. El doctor Carlos López Pereyra, abogado, recibe el agradecido homenaje de Don Artidorio por haberlo “salvado” quizás de una cadena perpetua por su demencial delito, al conseguir la absolución del imputado (Don Artidorio) por “emoción violenta”.
“La López Pereyra”, himno de los salteños y apropiada por innúmeros conocidos e ignotos intépretes, sigue viva y con muy buena salud en la memoria del pueblo. Ojalá todos los dramas pasionales dejaran canciones de este calibre.
La zamba creció sola, no necesitó de promoción alguna. Se “fue” de Salta como el viento, sin rumbos. Hasta que ocurrió todo lo conocido como “juicio por paternidad autoral” cuando un tal Don Andrés la halló sin que Don Artidorio la perdiera. Pero, el argumento de más peso fue el título y las constancias legales desbarrancaron cualquier fundamento que soño fundamentar el “hallador”.
El Dr. López Pereyra vivó en la ciudad de Salta en la calle “La Florida” al 484 aproximadamente y se comprobó su actividad y las circunstancias en las que se constató su activa participación en el triste hecho que le tocó vivir al pobre Don Artidorio.
Todo lo aquí expresado tiene más de recopilación versionada generacionalmente y no tiene ninguna otra intencionalidad que la de hallarle al magnífico texto poético ese “por qué” fue escrito y cantado.
Sin ningún tipo de “dardo encubierto” invito a que repasemos su inigual carácter y, porque no, esa estructura literaria que, asociada a la fantástica melodía, hacen una obra, diría, insuperable hasta el presente. Vamos pues a su letra conociendo ya, al menos, una versión más de su historia ¿o leyenda?
LOPEZ PEREYRA
Yo quisiera olvidarte
Me es imposible mi bien, mi bien
Tu imagen me persigue
Tuya es mi vida, mi amor también
Y cuando pensativo
Yo solo estoy,
Deliro con la falsía
Con que ha pagado mi amor, tu amor
Si yo pudiera tenerte
A mi lado todo el día
De mis ocultos amores
Paloma te contaría
Pero es inútil mi anhelo, jamás, jamás,
Vivo solo para amarte,
Callado y triste,
Llorar, llorar
Me has dicho que no me quieres
pero eso no es un motivo
me privas de tu mirada
mi alma, sin ella no vivo
Voy a esconderme a una selva
solo a llorar
pueda ser que en mi destierro
tus ojos negros pueda olvidar
En una noche serena
al cielo azul miré, miré
contemplando a las estrellas
a la más bella le pregunté
Si era ella la que alumbraba
tu amor, mi amor
para pedirle por ella
al Dios piados resignación
LEYENDA-La Ciudad de Esteco
La ciudad de Esteco se ha perdido porque ha sido castigada, en su lugar se ha hecho un lago. Toda le gente de esa ciudad era mala o indecente. Cuenta que esta ciudad era muy hermosa, que tenía torre de oro y que las calles estaban afirmadas con oro. La gente era muy orgullosa y lo que se le caía, aunque fuera de valor, no lo levantaba del suelo.
Se dice que San Francisco Solano fue a esta ciudad, toda la gente de ella era atea y se burlaba de los sacerdotes. San Francisco les avisó que iba a venir un terremoto, un temblor, y que toda su ciudad estaría perdida, todos se reían y hasta los niños pedían cinta color temblor en las tiendas para burlarse del sacerdote.
San Francisco ha pedido un lugar donde dormir y nadie lo ha querido socorrer. Dicen que solo un matrimonio muy pobre, que tenían un niñito, le han alojado y le han dado de su propia comida. San Francisco les volvió a avisar que la ciudad de Esteco desaparecería y que sólo ellos se podían salvar. También les dijo que a la madrugada tenían que salir con él porque eran los únicos caritativos y gracias a eso se podían salvar. Al amanecer San Francisco salió con el matrimonio y les advirtió que no se den vuelta oigan lo que oigan porque ese pueblo se iba a perder. Ya cuando se encontraban en las afueras del pueblo oyeron que este se hundía entre ruidos y truenos de un gran terremoto y escucharon como la gente clamaba y lloraba. El hombre siguió mirando al frente, pero la señora curiosa se dio vuelta llevando a su hijo en brazos y se convirtió en piedra.
Dicen que se la ve con el niñito en los brazos y que dan un paso cada año hacia la ciudad de Salta y que cuando llegue a su destino esta ciudad se perderá...
LEYENDA - La Mulánima
Al dolor amargo y humillante de quien ha infringido el límite de los sentidos, cayendo en el abismo del sacrilegio, pertenece la transformación de la Mula Anima.
Es una mula, síntoma y símbolo, que se aparece en los callejones de los pueblos, en los caminos de las montañas o se la ve, brillando en los cerros. Su color es negro o marrón castaño. De su boca, de sus ojos, de las orejas y de la nariz, le saltan chispas y fuego. Sus apariciones son nocturnas.
Algunos vecinos cuentan que la vieron deambular por los barrios rosarinos (Rosario de la Frontera - Salta) cerca de la madrugada. La mula relincha salvaje: muestra su freno de oro y lleva pesadas cadenas.
Esta mula es el alma en pena de una mujer que aun vive, castigada por mantener relaciones sexuales con un sacerdote o su compadre u otra mujer o familiares. Para salvarla de esta condena, hay que quitarle el freno. Algunos temen redimirla, pues creen que al año ellos morirán en castigo. “En Rosario más de un corajudo paró las patas a causa de salvar una mujer transformada en mula”, comento un viejo cuentero de estos pagos. Salía una vez por semana, a la una de la madruga –cuenta un paisano -, y traía un ruido como de procesión. ¡Viera! ¡no se le oía más que ese ruido, como si mucha gente fuera tras de la mula! “Cuando pasaba, hacia como que lloraba, y a uno y a uno le daba mucha pena... Pero, que...¡yo no me animaba señor! “Despues ya no lo vimos más. Un baqueano de apellido Artaza se había escondido detrás de un árbol cuando corría la mula, se tiro encima de ella y, por la oreja ladeada que ella mostraba, logró sacarle el freno. “Ahí nomás se oyó un suspiro de mujer, como si se levantara de dormir y una voz que decía: ¡Gracias a Dios, un OPA me liberó del hechizo!” “Un señor, otra vez, logró con sus peones, no solo quitarle el freno a la Mula anima, sino que también se animo a asestarles varias puñaladas. “Cuando regreso a su casa, encontró muerta a su hija
LEYENDA - LA MUJER DE PIEDRA
Esteco era un pueblo tan rico que su gente no se conformaba con las comodidades y hacía uso del vicio y el derroche.
Cierto día llegó hasta allí un raro personaje que comenzó a predicar la necesidad de volver al camino de Dios y a las buenas costumbres. Era un anciano de vestimenta humilde, larga barba, poco cabello y mirar severo.
Predicaba a cuanto grupo humano encontraba a su paso, terminando con su profecía.
Salta...saltará
San Miguel florecerá
¡Esteco perecerá !
Algunos lo escuchaban por curiosidad, otros con cierto temor, pero la mayoría se burlaba y hasta inventaban bromas para mofarse del castigo que anunciaba el anciano.
Una familia del lugar le había brindado alojamiento y afecto. El era español, ella india y tenían una hija llamada Milagro. Al atardecer del 13 de setiembre de 1692, cansado ya de predicar sin ningún fruto, el anciano habló a esta familia previniéndoles la proximidad de un fuerte temblor. Les pidió que se alejaran de Esteco y cuando lo hicieran no se dieran vuelta por más ruidos y clamores que escucharan.
En una de las majestuosas residencias del pueblo se celebraba una gran fiesta a la que habían concurrido las más importantes y acaudaladas familias.
Era ya medianoche. De pronto se oyeron los bramidos de la tierra... ¡Temblor !. ¡Temblor !.
Milagro y sus padres caminaban a las puertas del pueblo recordando la profecía. ¿Quién era aquel misterioso personaje ? De repente Milagro escuchó una voz conocida que la llamaba y olvidando la prevención del ermitaño se dio vuelta. En este instante se quedó inmóvil, transformada en piedra.
La orgullosa ciudad de Esteco se perdió. Actualmente en el lugar hay un monte cautivante en cantares y leyendas.